Índice del artículo
- 1 Estado actual del Zampullín encapuchado y causas del riesgo crítico de extinción
- 2 Cual es el hábitat del Zampullín encapuchado
- 3 Amenazas que ponen en peligro de extinción al Zampullín encapuchado
- 4 Población conocida del Zampullín encapuchado
- 5 Tendencia poblacional del Zampullín encapuchado
- 6 Zonas en las que podemos encontrar al Zampullín encapuchado
- 7 Sistema al que pertenece el Zampullín encapuchado
- 8 Que se está haciendo para proteger la conservación del Zampullín encapuchado
- 9 Reino animal al que pertenece el Podiceps gallardoi
Estado actual del Zampullín encapuchado y causas del riesgo crítico de extinción
El tamaño de la población de esta especie ha disminuido rápidamente durante las últimas tres generaciones y, por lo tanto, califica como En Peligro Crítico. Según los recuentos recientes, la población ahora es estable, probablemente como resultado de amplias acciones de conservación.
Si la evidencia continúa mostrando que la población permanece estable, la especie puede ser incluida en una categoría más baja de amenaza en el futuro.
Cual es el hábitat del Zampullín encapuchado
Durante la época de reproducción, la especie habita lagos basálticos en las áridas estepas patagónicas a alturas de 500-1.200 m (Chebez 1994); Los lagos salinos y de sal amarga son utilizados por bandadas no reproductoras y al menos algunas aves que invernan en la costa argentina (Johnson y Serret 1994).
La vegetación acuática (principalmente Myriophyllum elatinoides ) en los lagos de cría es material esencial para nidos flotantes y como hábitat de varios invertebrados acuáticos que forman su dieta básica (Chebez 1994).
Durante la primera semana después de la eclosión, los polluelos son alimentados con escarabajos acuáticos ( Limnaea spp.) (Chebez 1994). La especie se reproduce en colonias de hasta 130 parejas de octubre a marzo (Chebez 1994), pero tiene una tasa de reproducción extremadamente baja con un promedio de 0,2 jóvenes criados por adulto por año (O’Donnell y 1997).
Sin embargo, aunque los recursos potenciales para la reproducción son aparentemente limitados, los recursos para la supervivencia de los adultos parecen ser abundantes y, en circunstancias naturales, la mortalidad de los adultos puede ser extremadamente baja (O’Donnell y Fjeldsà ¥ 1997).
Ocasionalmente establece colonias en áreas marginales a su área de distribución principal (O’Donnell y Fjeldsà ¥ 1997). Los individuos tienden a tener una alta fidelidad hacia las mesetas donde nacieron (Roesler et al. 2016).
Amenazas que ponen en peligro de extinción al Zampullín encapuchado
Las principales amenazas para la especie parecen ser la introducción del visón americano Neovison vison, salmón y trucha y el cambio climático (S. Imberti en litt. 1999, Imberti y Casañas 2010, Casañas et al. 2013, Roesler et al. 2015).
El visón americano amenaza a la especie en todas las etapas de su vida, con nidos, polluelos y adultos vulnerables a la depredación (Roesler et al . 2015, Fasola y Roesler 2018). En 2010-2011, un visón americano mató a más de la mitad de los adultos en una colonia reproductora de dos docenas de nidos en la meseta de Buenos Aires (Roesler et al . 2011a).
Más pérdidas de visones solitarios ocurrieron en 2012-2013, con 15 adultos y 7 juveniles muertos en El Cervecero y 10 adultos y 5 polluelos muertos en la muy remota colonia C199 en la meseta de La Siberia ( Casañas et al. 2013).
Dado que la meseta de Buenos Aires alberga actualmente una gran proporción de la población, la presencia de visón americano es una seria amenaza (Roesler et al . 2012). Además, se sabe que el visón americano exhibe ‘exceso de matanza’, lo que significa que la presencia de un solo animal podría resultar en la pérdida de colonias enteras de somormujos (Roesler et al . 2015).
Los esfuerzos para erradicar el visón americano se complican por su comportamiento de dispersión, ya que los machos jóvenes se dispersan ampliamente y vuelven a ocupar los lagos (Fasola y Roesler 2018).
Recientemente, la introducción de truchas se ha correlacionado con una disminución en número de reproductores en ciertos lagos (S. Imberti in litt . 2006, Konter 2008) .
Estos salmónidos exóticos compiten por alimento con el Zampullín encapuchado y modifican las condiciones del lago, aumentando los niveles de cianobacterias que pueden ser perjudiciales para los zampullines (Lancelotti et al. 2015, Roesler et al . 2015, Izaguirre et al. 2018, Francisco et al. 2019).
Las encuestas realizadas entre 2006 y 2013 encontraron varios lagos completamente secos, y los niveles de agua en los sitios de reproducción conocidos eran 2-3 m más bajos que en años anteriores (Konter 2008, Imberti y Casañas 2010, Roesler et al . 2011a, Casañas et al. 2013).
Los informes anecdóticos indicaron una reducción de las nevadas invernales sin un aumento correspondiente en las precipitaciones en otras épocas (Konter 2008). La investigación ha indicado que los niveles de agua más bajos exacerban el impacto perjudicial de los peces introducidos en las condiciones del lago y, por lo tanto, en los somormujos (Izaguirre et al. 2018).
Dado el pequeño tamaño de la población, el fracaso del esfuerzo de reproducción de toda una colonia debido a vientos excepcionalmente fuertes, como se observó en 2013 en La Siberia, es otra amenaza potencialmente grave (Casañas et al. 2013).
El aparente aumento de las incidencias de estos vientos excepcionales en las últimas dos décadas (Roesler et al . 2015) puede estar relacionado con el sobrepastoreo y / o el cambio climático (Imberti y Casañas 2010) .
Pastoreo excesivo de ovejas (que causa erosión en las orillas de los lagos y limita el crecimiento de vegetación emergente), depredación de gaviotas cocineras Larus dominicanus en algunos lagos y ataques de patos de vapor voladores Tachyeres patachonicus (del Hoyo et al . 1992, O’Donnell y 1997, Imberti y Casa as 2010, Roesler et al . 2015).
La población puede estar limitada por la capacidad de carga de unos pocos lagos con buena vegetación de nidos (O’Donnell y Fjeldsà ¥ 1997). Las erupciones volcánicas en el área de reproducción pueden tener un efecto negativo a corto plazo debido a la fuerte caída de cenizas, pero un efecto positivo a largo plazo en la productividad de los humedales (O’Donnell y Fjeldsà ¥ 1997).
Existe explotación petrolera en la ruta migratoria potencial hacia el Atlántico (S. Imberti in litt. 1999). La contaminación lumínica de las ciudades, así como la explotación petrolera y la minería, pueden representar una amenaza en las rutas migratorias (Roesler et al. 2016b).
Las malas condiciones del hábitat en los lagos de reproducción pueden haber aumentado la competencia por los sitios de anidación con otras especies de aves acuáticas (Roesler et al . 2012, 2015).
La captura secundaria de la pesca puede representar una amenaza en el rango de invierno (Roesler et al . 2016b). La construcción prevista de dos represas hidroeléctricas en el río Santa Cruz puede provocar cambios en los hábitats de invernada de la especie y en la disponibilidad de alimentos, amenazando las áreas de invernada de la especie (Aves Argentinas 2016, Roesler et al. 2018a).
La investigación ha indicado que aunque la especie pasa el invierno en tres estuarios, antes de regresar a sus zonas de reproducción se congregan en el estuario Santa Cruz-Chico, con casi el 95% de la población total registrada allí en agosto de 2016 (Roesler et al. 2018a), lo que significa que cualquier impacto de las represas en este estuario podría tener un gran impacto en la población.
Población conocida del Zampullín encapuchado
En 2013, un recuento simultáneo en todas las mesetas que se sabe que han tenido somormujos y la visita a prácticamente todos los lagos con registros históricos de la especie, dio como resultado un recuento de 691 adultos y 144 polluelos en 12 colonias (Casañas et al. 2013).
Durante el verano de 2014/2015, se registraron 771 adultos, 138 juveniles y 12 colonias en 18 lagos (Roesler et al . 2015). Las encuestas durante la temporada de reproducción en 2015/2016, 2016/17 y 2017/18 contaron 753, 749 y 776 adultos, respectivamente (Roesler et al. . 2016b, 2017, 2018b). Por tanto, la población total se estima en 650-800 individuos maduros.
Tendencia poblacional del Zampullín encapuchado
Estable
Zonas en las que podemos encontrar al Zampullín encapuchado
Esta especie se reproduce en unos pocos lagos basálticos del interior de Santa Cruz, extremo suroeste de Argentina . Las únicas zonas de invernada conocidas se encuentran en los estuarios de río Coyle, río Gallegos y río Chico en la costa atlántica de Santa Cruz (Johnson y Serret 1994 , Imberti et al . 2004, Roesler et al . 2011b) .
Aparentemente es un visitante de verano en el Parque Nacional Torres del Paine en Magallanes, sur de Chile , pero no hay registros de reproducción confirmados para el país (Roesler et al. . 2011b, S. Saiter y F. Schmitt in litt . 2013, Donoso et al. 2015, Roesler 2015).
La población total se estimó en 3.000-5.000 individuos a mediados de la década de 1980, con la mitad de ellos en Meseta de Strobel (1984, O’Donnell y 1997). Los recuentos de las zonas de invernada sugieren una disminución del 40% en un período de siete años (S. Imberti in litt . 2006).
Los relevamientos realizados en diciembre de 2006 y enero de 2009, que revisaron los principales sitios de reproducción conocidos relevados en 1987 (Lagunas del Sello, del Islote y Tolderia Grande) y 1998 (Encadenadas), también encontraron fuertes disminuciones; los números bajaron de 452 a 51 en Laguna del Sello, de 700 a 0 en Laguna del Islote, de 90 a 0 en Tolderia Grande (H. Casañas in litt . 2009) y de 198 a 0 en Lagunas Encadenadas (Konter 2008).
Si bien se especula que los números fluctúan drásticamente en los sitios de reproducción de un año a otro impulsados por movimientos más que por fluctuaciones reales de la población (Fjeldsà ¥ 1986), las disminuciones generales detectadas en las zonas de invernada y reproducción parecen haber sido reales y rápidas (Roesler et al . 2011b).
Tanto en las temporadas de reproducción 2009/2010 como 2010/2011, la especie fue más abundante en tres mesetas: Buenos Aires, Strobel y Siberia, con cinco lagos que albergan casi el 85% de la población (Roesler et al . 2012).
La comparación de los conteos totales realizados en las mismas 58 lagunas en 1984-5 (2352 individuos) y 2010-11 (471 individuos) sugiere una reducción de la población general del 80% en 26 años, la mayoría de los cuales ocurrió en la meseta de Strobel (Roesler et al. 2012, Roesler 2016).
En 2013, mayores recursos permitieron un conteo simultáneo en todas las mesetas que se sabe que alguna vez tuvieron somormujos y visitar prácticamente todos los lagos con registros históricos de la especie, lo que resultó en un conteo de 691 adultos y 144 polluelos en 12 colonias (Casañas et al. 2013).
Durante el verano de 2014/2015, se registraron 771 adultos, 138 juveniles y 12 colonias en 18 lagos (Roesler et al . 2015). Se identificaron tres nuevos lagos que albergan la especie; sin embargo, en la meseta de Strobel, el número de lagos que contienen la especie disminuyó. Las encuestas realizadas durante la temporada de reproducción en 2015/2016, 2016/17 y 2017/18 contaron 753, 749 y 776 adultos, respectivamente (Roesler et al. 2016b, 2017, 2018b).
Sistema al que pertenece el Zampullín encapuchado
Agua dulce (= aguas continentales) | Marina
Que se está haciendo para proteger la conservación del Zampullín encapuchado
Acciones de conservación en curso
Aves Argentinas es el guardián de especies del zampullín encapuchado y, junto con la ONG local Ambiente Sur, está coordinando el esfuerzo de conservación. El Parque Nacional Patagonia fue creado en 2014, cubriendo 52,000 ha que incluye más de la mitad de las colonias reproductoras (Roesler et al . 2015).
El sitio donde se descubrió la especie en 1974, Laguna Los Escarchados, fue declarada reserva en 1979, pero ahora se sabe que tiene solo una población marginal (O’Donnell y 1997).
Se han realizado estudios exhaustivos para localizar todas las colonias reproductoras con un seguimiento continuo para evaluar el éxito reproductivo y la mortalidad.
Las encuestas de la población reproductora se han realizado anualmente desde 2009 (Roesler et al. 2018b). Se han realizado censos de aves invernantes a lo largo de los estuarios de la costa atlántica (Roesler et al . 2015, 2018b).
Se está investigando las rutas de migración de la especie, con el uso de anillos de color y transmisores GPS (Roesler et al . 2015, 2018b). Se han tomado muestras de sangre para realizar análisis genéticos y análisis de isótopos estables para comprender mejor la dieta de la especie.
Se han establecido ‘Colony Guardians’ con las comunidades locales (Roesler et al . 2016a). Estas son personas locales asignadas para proteger los nidos de los depredadores y para recopilar datos de reproducción. Sus esfuerzos han mejorado las tasas de supervivencia en varias colonias; el reclutamiento mejora significativamente en los nidos con Colony Guardians (Roesler et al . 2016a).
Un programa de sensibilización ha incluido exhibiciones y producciones teatrales dentro de la región y la producción de un vídeo que destaca la difícil situación de la especie, que se ha presentado a más de 100.000 personas. Se ha establecido un centro de interpretación en Río Gallegos, una importante zona de invernada para la especie (Roesler et al . 2015).
Se han realizado talleres en 2014 y 2016 para proporcionar actualizaciones sobre el trabajo de conservación e interactuar con la comunidad científica (Roesler et al . 2015, Roesler et al. 2016b).
Los miembros del Proyecto del Zampullín encapuchado se han reunido con agencias de pesca, medio ambiente y conservación en Santa Cruz para informarles de los sitios clave para la especie para apoyar la toma de decisiones (Roesler et al . 2015).
En agosto de 2015, tuvo lugar un ‘mes del zampullín encapuchado’, que involucró actividades educativas, recreativas, culturales y artísticas (Roesler et al . 2016b). Se ha capacitado a los profesores sobre la biología y las amenazas de la especie (Roesler et al . 2016b).
Se ha elaborado un protocolo de seguimiento y un programa de control de especies invasoras, dirigido a Visón americano, gaviotas cocineras (Stuart et al . 2013) y poblaciones de salmónidos en lagos de reproducción e identificación de rutas de llegada.
Se está trabajando para erradicar el visón americano de las áreas del altiplano (Roesler et al . 2015 , 2016b). En 2014/2015, se capturaron un 40% menos de visones en comparación con 2013/2014, lo que indica que estas medidas de control estaban demostrando ser efectivas.
Se aprobó un reglamento que prohíbe la introducción de truchas en el altiplano bonaerense y se ha sacado una gran cantidad de truchas de la Laguna El Islote (Casañas et al. 2013 , Roesler et al. 2018a). En 2015, la gaviota cocinera se controló en la meseta de Buenos Aires agitando los huevos para reducir el éxito reproductivo (Roesler et al. 2016).
Se ha iniciado un programa de cría en cautiverio cerca de la población del lago Strobel, con el objetivo de criar huevos silvestres en cautiverio y devolverlos al lago Strobel para aumentar la población (Roesler et al . 2015), aunque hasta el 2018 no se habían liberado pollos criados en cautividad (Roesler et al. 2018a).
Experimentos para evitar la pérdida de colonias por la acción de las olas durante vientos excepcionalmente fuertes, pero se detuvieron debido al riesgo que representaban los somormujos (Casañas et al. 2013, Roesler et al . 2018a).
Acciones de conservación propuestas
Continuar con los estudios completos de las colonias reproductoras y los censos invernales de los estuarios y lagos no congelados. Expanda el enfoque ‘Colony Guardian’ a todas las colonias activas.
Erradicar el visón americano de las áreas del altiplano y controlar el tamaño de las colonias de gaviotas cocineras en sitios clave (Roesler et al . 2015). Ampliar la prohibición del área de introducir salmónidos a más lugares de reproducción y trabajar con los propietarios de tierras para crear conciencia sobre los impactos de la introducción de salmónidos.
Estudie la ecología de la especie para comprender los movimientos de población. Continúe investigando las amenazas a la especie y las razones detrás de las recientes disminuciones. Investigar las amenazas a los zampullines encapuchados en las zonas de invernada, particularmente su interacción con las pesquerías (Roesler et al . 2012).
Asegurar que las actividades de manejo de la especie se implementen en el Parque Nacional Patagonia y se adquieran más tierras (Roesler et al . 2015). Establecer la especie como Monumento Natural Nacional (Roesler et al . 2015). Desarrolle un programa de cría en cautividad.
Reino animal al que pertenece el Podiceps gallardoi
Neotropical